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La Manzanilla

Una hierba medicinal con grandes beneficios y propiedades que lo cura todo. La manzanilla, también llamada Camomila, es una hierba perenne de origen europeo. Tiene tallos erectos con pequeñas flores blancas, parecidas a la margarita. Crece de forma silvestre en terrenos cultivados.

La manzanilla se toma normalmente en infusión, aunque también es un componente importante en la elaboración de infinidad de medicinas y productos cosméticos. Las infusiones de manzanilla están indicadas para corregir trastornos digestivos, hepáticos y biliares. La infusión se elabora con tallos tiernos y flores secas de la planta. Sus propiedades diuréticas son idóneas para paliar los síntomas de la cistitis ya que, además de liberar líquidos retenidos, ayuda a eliminar toxinas.

Se le atribuyen también efectos sedantes, por lo que una infusión de manzanilla poco antes de acostarse es ideal para pasar una noche tranquila en caso de tendencia al insomnio. Algunos estudios la vinculan con ciertas capacidades anticancerígenas. También está indicada en la lucha contra el colesterol ya que su contenido en colina ayuda a eliminar las grasas ‘malas’ de la sangre.

Por vía tópica, la manzanilla se ha utilizado tradicionalmente para dar brillo y aclarar el pelo, añadiendo infusión de la planta al agua del aclarado. La manzanilla también evita la descamación del cuero cabelludo, y con ello, la antiestética caspa. Es útil para eliminar hongos de las uñas, y en el tratamiento de la conjuntivitis. Aunque esta última afección no la elimina, la infusión de manzanilla sí sirve para limpiar las legañas que la conjuntivitis infecciosa provoca. Las molestas llagas que de vez en cuando aparecen en la boca se tratan muy bien con enjuagues de infusión de manzanilla.


 
 

Beneficios de consumir la Manzanilla

Para beneficiarnos de sus propiedades podemos consumir manzanilla en infusión o bien aplicarla de forma tópica. Tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y es un gran digestivo. Se trata de una de las hierbas más conocidas y usadas por su cantidad de propiedades curativas y también estéticas. Se la ingiere mayormente como té, pero también se puede utilizar en cremas o lociones.

Historia breve sobre la manzanilla

Esta planta se la aplicaba ya en la Antigua Grecia, en Egipto y en el Imperio Romano para tratar varias dolencias. Sin embargo, se volvió popular en la Edad Media, cuando se la consumía para asma, problemas nerviosos, náuseas, afecciones de la piel, etc. Hoy en día la manzanilla se la puede conseguir en todo el mundo y es muy resistente a cualquier clima, por lo que se planta en un jardín o una maceta.

Algunos beneficios de consumir manzanilla

Las principales propiedades de esta hierba son: antiinflamatorias, antialérgicas, antibacterianas y sedantes. Además, posee buenas ventajas digestivas, por lo que se recomienda beber una taza de té de manzanilla después de comer para aliviar dolores, calmar la pesadez y hasta en casos de úlceras o gastritis.

Es muy buena para tratar afecciones respiratorias como ser el asma, el resfrío, la fiebre alta y la bronquitis. Por su parte, aquellas personas que no pueden dormir se aconseja que beban una infusión de manzanilla para conseguir sueños más profundos. También es ideal para las mujeres que sufren de dolores menstruales intensos.

La manzanilla en la estética

Más allá de utilizar esta planta para fines medicinales, lo cierto es que es interesante en su utilización cosmética o de belleza. Por ejemplo, el uso más común es para aclarar el cabello: las mujeres castañas que desean ser más rubias, usan manzanilla como enjuague durante el verano, porque con la acción del sol, se consiguen al menos dos tonos más claros.

Usada de forma tópica, tiene buenas propiedades para la piel. Las cremas o cataplasmas de manzanilla caseras son excelentes para regenerar los tejidos y los enjuagues son muy buenos para cicatrizar más rápido aftas o herpes bucales.

En el mercado puedes conseguir manzanilla en varias presentaciones: cremas, aceites esenciales, lociones y cápsulas, sin embargo, lo más común y saludable es su infusión.

Cómo preparar té de manzanilla

Es muy sencillo el proceso para disfrutar de un buen té de manzanilla, ya que simplemente debes calentar agua hasta que hierva y en una taza colocar una cucharada de la hierba seca o también en saquitos (los compras en tiendas y dietéticas). Dejar tres minutos y colar. Se puede beber esta infusión ya sea frío o caliente, según la época del año o los gustos de cada uno.

 

 

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