Buena parte de las especies del género origanum tienen su origen en las latitudes mediterráneas, siendo utilizadas en su mayor parte como especia. El orégano está estrechamente emparentado con la mejorana, procedente de Asia Menor. Difiere de éste en su aceite esencial, ya que la mejorana carece de compuestos fenólicos. En todo caso, la influencia del clima y el suelo tienen mucho que ver con las diferencias que se pueden encontrar en la composición de los aceites esenciales. El orégano no sólo tiene una larga tradición implantada sólidamente en muchas cocinas mediterráneas, también su historia se retrotrae muchos siglos. Hay leyendas mitológicas donde se dice que fue la propia diosa Afrodita quien planto el primer orégano, dándole la fragancia que le caracteriza. El orégano, originario de Europa y Asia occidental, es una planta herbácea perenne de la familia de las labiadas que apenas alcanza el medio metro de altura. Crece en una amplia variedad de suelos, por lo que no puede considerarse una planta demasiado exigente. Los tallos, que suelen adquirir una tonalidad rojiza, tienden a ramificarse mientras que en las partes inferiores va perdiendo sus hojas. Estas son ovales y anchas, ligeramente dentadas y provistas de vello en el envés. El orégano está dotado de pequeñas glándulas dispuestas por toda la planta que contienen la esencia aromática. En su composición destacan dos tipos de fenoles: el carvacrol y el timol, este último en menor medida. Las raíces son ricas en estaquiosa y los tallos en sustancias tánicas.Contiene vitaminas A y C.
El orégano es un buen estimulante del apetito y resulta muy adecuado cuando hay digestiones pesadas, así como para evitar flatulencias. Es expectorante, por lo que está indicado en los casos de asma o bronquitis. Al ser también sudorífico ayuda a eliminar las toxinas del organismo. Asimismo es carminativo, antiespasmódico, antiséptico y diurético. Entre otras aplicaciones cabe señalar su efectividad en los casos de anemia, estrés, insomnio, dolores reumáticos y articulares o estados febriles. Al ser emenagogo mitiga los dolores menstruales, ayudando también a combatir las cefaleas, el dolor de estómago o la retención de líquidos. Siendo también un eficaz antioxidante, gracias al terpeno y al ácido rosmarínico, ayuda en los tratamientos contra el cáncer o el SIDA. Quizá uno de los aspectos más destacados del orégano reside en su propiedad antimicrobiana, gracias al carvacrol, lo que hace que contribuya a la preservación de las comidas. Existen estudios que apuntan hacia la efectividad del orégano a la hora de combatir bacterias como E.Coli y la Salmonella (microorganismos patógenos). El Orégano está lleno de nutrición. Se dice que es una rica fuente de vitamina K (importante en la sangre y la salud de los huesos) y manganeso (un mineral traza importante en los huesos, la sangre y la salud hormonal). Es una buena fuente de fibra para la cantidad utilizada, y está cargado con antioxidantes. Como sus primos de la familia de la menta (tomillo, romero), el orégano contiene fitonutrientes como el ácido rosmarínico y timol. Estos son potentes antioxidantes que protegen las células del estrés oxidativo. Por peso, el orégano se ha demostrado que tiene actividad antioxidante 42 veces más potente que las manzanas y hasta 4 veces más potente que los arándanos. También tiene propiedades antibacterianas. Los aceites de orégano como timol y carvacrol inhiben el crecimiento de bacterias, incluyendo el Staphylococcus aureus.
¿Cómo prepararse para una buena salud?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va más allá de eso. Una buena salud se alcanza cuando existe bienestar físico, emocional y psicológico. Además, es importante saber manejar el estrés. También, alejarse de los malos hábitos. El cuerpo humano es muy complejo porque cada órgano tiene una función definida. Entre ellos está el aparato digestivo. La dieta que consumimos puede perjudicarlo o protegerlo. Imagina la cantidad y la diversidad de los alimentos que ingerimos. Algunos, como las grasas o el picante, pueden perjudicarlo. Sin embargo, otros como la fruta y los vegetales pueden ayudar a sus funciones. En definitiva, la energía y el combustible de nuestro organismo se basa en dicha alimentación.
En conclusión, para una buena salud es muy importante obtener un buen estado físico, emocional y psicológico. Por ello se recomienda, además de una dieta saludable, hacer ejercicio moderado como caminar. También beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Del mismo modo, es importante no fumar, evitar el alcohol, las sustancias nocivas y saber manejar el estrés.
El oregano
El orégano es una hierba de sabor y de gran alcance para tener en su arsenal en casa. Además de proporcionar una gran cantidad de propiedades curativas, es posible que encuentre como los antiguos que la hierba sólo le trae alegría. Experimente los beneficios del orégano hoy.